Pese a atravesar un proceso febril que le impidió rendir a satisfacción en el partido ante el Atlético de Madrid, Sergio Busquets pasó por las oficinas del Barça este jueves para, al fin, estampar la firma en un contrato de renovación que le convierte en jugador del Barcelona hasta la temporada 2021 con la posibilidad de que se amplíe a 2023 en función de los partidos que juegue. De extenderse a 2023 su continuidad (la cláusula es de 200 millones de euros), Busquets tendría 35 años. Sin duda, su caso y el de Iniesta (a la espera que Messi juegue o no en Newell’s) apuntan a one club man. Él tiene claro dónde quiere retirarse: “Me gustaría, sería un sueño e iremos año a año porque el fútbol es eso. Depende de cómo te encuentres. Es el sueño de cualquier jugador, retirarse aquí en el Barça como ya han hecho otros”.
El jugador de 28 años de edad, España internacional había llegado a un
acuerdo sobre el contrato, que también lleva una opción para extenderse
por otros dos años, en mayo.
Su cláusula de rescisión es ir hasta 200 millones de euros, con sus
nuevos salarios elevarlo al soporte tercio más alto salario del Barça (a
continuación sólo Neymar y de arriba fuente de Leo Messi).
El centro del campo accesorio para últimos ocho años
Copa Mundial de la victoria Busquets ha hecho 390 partidos con el
primer equipo del Barcelona desde su debut en 2008, anotando un total de
12 goles.
Un jugador cuyo Barça medalla de acarreo incluye seis títulos
Laliga, tres Ligas de Campeones y cuatro Copas del Rey, que ayudó a la
banda a una doble pasada temporada doméstica.
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